Evolucion de la Contrapublicidad
Los orígenes se encuentran en el aprovechamiento de las circunstancias idóneas para dar una respuesta comunicativa a la publicidad y dotar de contenido social un espacio privatizado. Los ataques a las vallas se conciben como un medio de expresión social, que no siempre persigue fines contra publicitarios. Bajo los nuevos mensajes se esconden todo tipo de reivindicaciones de ámbito social o político, o incluso formas de arte urbano. Estas acciones son sencillas y llamativas, aunque también efímeras, ya que la policía o la propia empresa afectada se encargarán de eliminarlas rápidamente.
Las primeras acciones en las calles fueron en consonancia con las grandes protestas de los movimientos sociales. Estos grupos de contestación popular nacen sobre todo en la costa oeste norteamericana, llegando más tarde a las ciudades europeas. Un ejemplo de esto es lo ocurrido en el contexto estadounidense durante la Gran Depresión. Los obreros se rebelaron contra la promesa para ellos engañosa del sueño americano que reflejaban los anuncios y surgió una fuerte militancia entre los consumidores.
El arte pop fue el primer movimiento artístico en experimentar con el lenguaje publicitario. Muchos lo conciben como uno de los orígenes culturales de la contrapublicidad, junto con el dadaísmo o la filosofía situacionista. Aunque arte pop y contrapublicidad tienen rasgos en común como podrían ser la descontextualización y la provocación no comparten la misma visión de la publicidad. El arte pop está vacío de todo compromiso social, su relación con la publicidad fue de admiración por su potencial de transmisión a la sociedad. Varios integrantes de esta corriente, entre ellos su máximo exponente Andy Warhol, habían trabajado en publicidad.
Durante los años 70, la creciente desconfianza con respecto a la publicidad comercial y su invasión cada vez mayor en el ámbito público, hicieron que se crearan los primeros grandes grupos activistas que lucharon por atacar los anuncios de esa publicidad nociva. El primer gran grupo se creó en San Francisco (EE.UU.), con el nombre de "Billboard Liberation Front" (Frente de Liberación de Vallas Publicitarias). Su acción estaba basada en atacar los anuncios colocados en las grandes vallas publicitarias para apropiarse de su mensaje mediante distintas modificaciones o reescrituras encima del soporte original. Otro de los grandes grupos creados en este tiempo se creó en Australia, con el nombre de Buga Up.
En los años 90, la popularización de Internet le da el impulso definitivo a la contrapublicidad. La red se convierte en el soporte ideal, frente a la efímera y arriesgada pintada en la valla. Los colectivos contrapublicitarios de todo el mundo pueden compartir fácilmente parodias e ideas y dar difusión a sus trabajos. La creciente accesibilidad de las herramientas de diseño gráfico hace que nazca una contrapublicidad estéticamente más elaborada, capaz de competir con los diseños de la publicidad tradicional. En este sentido, Adbusters, grupo contrapublicitario de referencia, fue pionera en conjugar el uso de la estética publicitaria y las herramientas que proporciona Internet.
Hacia el año 2000 ya existen numerosos colectivos contrapublicitarios, en un contexto de auge de los movimientos antiglobalización, de las grandes manifestaciones contra el neoliberalismo. Estos colectivos realizan acciones muy bien planeadas que consiguen alcanzar cierta notoriedad en los medios de comunicación. Naomi Klein señala como causa importante de esta ola de oposición el enorme desarrollo del papel que desempeñan en nuestra cultura las empresas: nunca hemos estado tan «marcados».
Los publicistas observan ahora con atención las maniobras del subvertising. La contrapublicidad cada vez es más profesional y goza de la ventaja de poder innovar sin temer a los posibles riesgos. Las nuevas ideas resultan atractivas para un mundo que necesita estar en constante renovación. Así, muchas campañas de las grandes marcas ya han introducido en sus mensajes las críticas que les lanzan desde la contrapublicidad, es decir, que emplean el rechazo al marketing para vender productos.
Investigación
mi contrapublicidad va enfocada al mundo de la moda y los retoques fotográficos y lo efectos nocivos que pueden producir en las personas, tras una investigación exhaustiva encontré numerosas marcas extranjeras como Voguer, Desigual y otro gran numero de marcas, pero ciñéndome mas al ámbito de España encontré por así decirlo como el máximo exponente las portadas de la revista de Ana Rosa Quintana, en las cuales no se le nota el paso de los años por sus portadas, todo esto se debe a sus retoques, estos retoques pueden producir en la gente muchos problemas.
La revista de Ana Rosa Quintana se publico por primera vez en 2001 y desde entonces Ana Rosa parece que no le pasan los años cuando posa delante de una cámara para una portada de su revista

este es el cartel original de la revista del cual voy a hacer una contrapublicidad.
Mi Contrapublicidad

Esta es mi contrapublicidad, en la cual critico y rechazo los retoques que se se hacen en la publicidad mas en concreto la de moda, las vuelven como "barbies" lo cual es anti natural y crea una imagen equivocada del cuerpo de la mujer y del hombre, para realizar esta contrapublicidad me tomo todas las clases de CAU pero lo que mas tiempo me ha llevado es la investigación ya que este tipo de retoques es mucho mas llamativo en la publicidad de moda extranjera, estoy muy contento con el resultado salvo algunos detalles del cartel como el contenido del interior del pincel en la cara de Ana rosa que no encontré la imagen adecuada a la postura en la que esta pero sin retocar.